Plato de Oyá
La sobrecogedora imagen de la deidad de la muerte en la Regla de Ocha es presentada, paradójicamente, con suaves y pálidos tonos de rojos y rosados en una composición que se ajusta magistralmente a la forma circular y cóncava del soporte. Esta pieza, expuesta en la exposición de homenaje a la artista luego de su fallecimiento, mereció las palabras de la compositora Marta Valdés: “Repasé con alivio una vez más texturas y contornos, enigmáticas firmas, diáfanos amarillos y misteriosos verdes, toda la gama de azules que lograste juntar. Y me detuve mucho tiempo ante una pieza insólita, desconocida para casi todos nosotros, los ejemplares de esa curiosa estirpe que acertaste a fundar en tanto descifrabas las claves del vivir. Me quedé largo tiempo mirando este agorero, deslumbrante, imperdonable Plato de Oyá, que no se me ha borrado de la mente”.
Plato de Oyá. 1983. Pasta Blanca, engobe, esmalte, esgrafiado.
4 x 26.5cm
Plato de Oyá. 1983. Pasta Blanca, engobe, esmalte, esgrafiado.
4 x 26.5cm



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